
El físico veterano del Colegio de Tecnología de la Ciudad de Nueva York publicó recientemente un artículo en el que argumenta que los humanos pueden ser como el resto del universo en sustancia y en espíritu. Un "campo de proto-conciencia" podría extenderse a través de todo el espacio, argumenta. Las estrellas pueden ser entidades pensantes que controlan deliberadamente sus caminos. Dicho sin rodeos, todo el cosmos puede ser consciente de sí mismo. La noción de un universo consciente suena más como la televisión nocturna que las revistas académicas. Sin embargo, llamado por su nombre académico formal, el "panpsiquismo" resulta tener partidarios prominentes en una variedad de campos.
El filósofo y científico cognitivo de la Universidad de Nueva York, David Chalmers, es un defensor. Así también, de diferentes maneras, están el neurocientífico Christof Koch, del Instituto Allen para la Ciencia del Cerebro, y el físico británico Sir Roger Penrose, conocido por su trabajo sobre la gravedad y los agujeros negros. El resultado final, argumenta Matloff, es que el panpsiquismo es demasiado importante como para ignorarlo. "Todo es muy especulativo, pero es algo que podemos verificar y validar o falsificar", dice. Hace tres décadas, Penrose introdujo un elemento clave del panpsiquismo con su teoría de que la conciencia está enraizada en las reglas estadísticas de la física cuántica a medida que se aplican en los espacios microscópicos entre las neuronas del cerebro.

0 Comments